martes, 21 de octubre de 2014

ENAWENE NAWES, DE BRASIL

ENAWENE NAWES, DE BRASIL


Los enawene nawes son un pequeño pueblo indígena del Amazonas, que vive en las selvas del estado brasileño de Mato Grosso. Son un pueblo relativamente aislado que fue contactado por primera vez en 1974, cuando solo contaban con una población de 97 individuos. Actualmente son alrededor de 500 personas.
Los indígenas enawene nawes son uno de los pocos pueblos indígenas del mundo que no comen carne roja. Su hogar es un territorio rico y bello de selva y de savana en los límites de la cuenca del Amazonas en Brasil. Les ofrece todo lo que necesitan: cultivos como el maíz y la mandioca, miel y, sobre todo, pesca abundante.
Están divididos en clanes y viven en una docena de malocas, o casas comunales, hechas de madera y paja. Para ellos es esencial mantener el equilibrio y la armonía entre la naturaleza y el mundo de los espíritus. El universo de los enawene nawes tiene dos niveles, y entre ambos viven ellos.
El nivel superior es el hogar de los enore nawes, o espíritus celestiales, que son los dueños de la miel y de algunos insectos voladores. Acompañan a los enawene nawes en sus viajes de pesca y en sus expediciones para recolectar productos de la selva, y les protejen de los peligros del mundo más allá de su comunidad.
El nivel subterráneo es el mundo de los yakairitis, o espíritus del infierno. Kawari, un anciano de la tribu, explica su papel: “toda esta tierra pertenece a los yakairitis, que son los dueños de los recursos naturales. Si agotas la tierra y la pesca, los yakairitis se vengarán y matarán a todos los enawene nawes”.


Los enawene nawes son pescadores expertos. Durante la estación seca capturan peces utilizando arpones o los aturden con un veneno elaborado con jugo de una viña de la selva.
En la estación húmeda construyen intricadas presas de madera de un extremo a otro de los ríos para atrapar grandes cantidades de peces. Pasan varios meses acampados en la selva ahumando los peces pescados en casas especialmente construidas para ello y luego lo envían en canoas de vuelta su comunidad.
El ritual más importante de este pueblo indígena se conoce como Yakwa, un intercambio de comida entre humanos y espíritus que se prolonga durante cuatro meses. Cuando los hombres y los niños vuelven a la comunidad de los campamentos de pesca, intercambian comida de manera ritual con el mundo de los espíritus en esmeradas ceremonias. Se ponen tocados de plumas y trajes especiales, y los hombres tocan la flauta para acompañar mientras la gente canta y baila alrededor de fuegos encendidos en la esplanada central.

La recogida de miel se celebra con el Keteoko, el banquete de la miel. Los hombres recolectan grandes cantidades de miel silvestre en la selva y la esconden a su vuelta a la comunidad, solo revelando su escondite cuando las mujeres comienzan a bailar.

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