ENAWENE NAWES, DE BRASIL
Los enawene nawes son un pequeño pueblo indígena del
Amazonas, que vive en las selvas del estado brasileño de Mato Grosso. Son un
pueblo relativamente aislado que fue contactado por primera vez en 1974, cuando
solo contaban con una población de 97 individuos. Actualmente son alrededor de
500 personas.
Los indígenas enawene nawes son uno de los pocos
pueblos indígenas del mundo que no comen carne roja. Su hogar es un territorio rico y
bello de selva y de savana en los límites de la cuenca del Amazonas en Brasil.
Les ofrece todo lo que necesitan: cultivos como el maíz y la mandioca, miel y,
sobre todo, pesca abundante.
Están
divididos en clanes y viven en una docena de malocas, o casas comunales, hechas
de madera y paja. Para ellos es esencial mantener el equilibrio y la armonía
entre la naturaleza y el mundo de los espíritus. El universo de los enawene
nawes tiene dos niveles, y entre ambos viven ellos.
El nivel
superior es el hogar de los enore nawes, o espíritus celestiales, que son los
dueños de la miel y de algunos insectos voladores. Acompañan a los enawene
nawes en sus viajes de pesca y en sus expediciones para recolectar productos de
la selva, y les protejen de los peligros del mundo más allá de su comunidad.
El nivel
subterráneo es el mundo de los yakairitis, o espíritus del
infierno. Kawari, un anciano de la tribu, explica su papel: “toda esta tierra
pertenece a los yakairitis, que son los dueños de los recursos
naturales. Si agotas la tierra y la pesca, los yakairitis se
vengarán y matarán a todos los enawene nawes”.
Los enawene nawes son pescadores expertos. Durante
la estación seca capturan peces utilizando arpones o los aturden con un veneno
elaborado con jugo de una viña de la selva.
En la
estación húmeda construyen intricadas presas de madera de un extremo a otro de
los ríos para atrapar grandes cantidades de peces. Pasan varios meses acampados
en la selva ahumando los peces pescados en casas especialmente construidas para
ello y luego lo envían en canoas de vuelta su comunidad.
El ritual
más importante de este pueblo indígena se conoce como Yakwa, un
intercambio de comida entre humanos y espíritus que se prolonga durante cuatro
meses. Cuando los hombres y los niños vuelven a la comunidad de los campamentos
de pesca, intercambian comida de manera ritual con el mundo de los espíritus en
esmeradas ceremonias. Se ponen tocados de plumas y trajes especiales, y los
hombres tocan la flauta para acompañar mientras la gente canta y baila
alrededor de fuegos encendidos en la esplanada central.
La
recogida de miel se celebra con el Keteoko, el banquete de la miel.
Los hombres recolectan grandes cantidades de miel silvestre en la selva y la
esconden a su vuelta a la comunidad, solo revelando su escondite cuando las
mujeres comienzan a bailar.
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